Contexto UE
Las TIC han revolucionado el trabajo y la vida en el siglo XXI. Los avances en las TIC han posibilitado nuevas formas de trabajo. El teletrabajo y el trabajo móvil basado en las TIC se han incorporado a un paquete de modalidades de trabajo flexibles destinadas a modernizar la organización del trabajo. Los responsables políticos de muchos Estados miembros están debatiendo el rápido cambio que se ha operado en nuestra forma de trabajar y sus efectos en cadena en otros aspectos de nuestra vida diaria, como la organización del trabajo, el equilibrio entre vida privada y vida laboral, la salud y el bienestar.
El Acuerdo Marco Europeo sobre el Teletrabajo, firmado por los interlocutores sociales de la UE en 2002, define el teletrabajo y establece un marco general a escala europea para las condiciones de trabajo de los teletrabajadores. Su objetivo es conciliar las necesidades de flexibilidad y seguridad compartidas por los empresarios y los trabajadores. Desde entonces, los avances tecnológicos han contribuido a ampliar esta modalidad de trabajo y a allanar el camino para alcanzar un mayor nivel de movilidad de los trabajadores para trabajar a distancia.
En junio de 2020, los interlocutores sociales a escala de la UE firmaron un acuerdo marco sobre la digitalización, en el que se establecen las disposiciones pertinentes sobre las «modalidades de conexión y desconexión» que deben aplicarse a escala nacional de conformidad con los procedimientos y las prácticas específicos de la gestión y el trabajo en los Estados miembros.
En enero de 2021, el Parlamento Europeo aprobó una resolución que insta a la Comisión Europea a proponer una ley que permita a quienes trabajan digitalmente desconectarse fuera de su jornada de trabajo. También debe establecer requisitos mínimos para el trabajo a distancia y aclarar las condiciones de trabajo, la jornada de trabajo y los periodos de descanso.
Desde principios de 2020, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, muchos empresarios y empleados han optado por el teletrabajo, lo que podría alterar nuestra forma de trabajar en el futuro. Este cambio ofrece oportunidades a las empresas y ayuda a los trabajadores a conservar su empleo, pero también plantea retos en relación con la salud y el equilibrio entre vida privada y vida laboral asociados a la desaparición de los límites, las largas jornadas de trabajo y la disponibilidad constante.
El trabajo de Eurofound en materia de teletrabajo conecta con la prioridad de la Comisión 2019-2024 relativa a Una Europa Adaptada a la Era Digital.
Mensajes principales
- El teletrabajo ha despegado en todos los países de la UE, y más de un tercio de los trabajadores comenzaron a trabajar a distancia al inicio de la pandemia de COVID-19, aunque muchos de ellos contaban con una experiencia previa limitada o nula en este sentido.
- La Encuesta de población activa de la Unión Europea (EPA-UE) realiza una distinción entre los trabajadores que trabajan «habitualmente» desde su domicilio y los que lo hacen «a veces». El aumento del teletrabajo en 2020 se vio impulsado por un aumento de las personas que trabajan habitualmente desde su domicilio. Antes de la pandemia, trabajar ocasionalmente desde el domicilio era bastante habitual en la mayoría de los países y en 2020 se mantuvo en niveles similares a los de 2019. En 2020, lo normal pasó a ser trabajar habitualmente desde el domicilio.
- La mayoría de los trabajadores de la UE expresaron su preferencia por trabajar desde el domicilio varias veces por semana a largo plazo.
- Los teletrabajadores establecidos en su domicilio tienen dos veces más probabilidades de superar el límite de la jornada de trabajo de 48 horas que los trabajadores in situ, y de trabajar en su tiempo libre.
- El aumento del teletrabajo ha puesto de manifiesto la difuminación de la línea entre la vida privada y la vida laboral. Será fundamental que los gobiernos y los interlocutores sociales introduzcan el «derecho a la desconexión» o iniciativas afines con el fin de evitar que grandes segmentos de trabajadores corran el riesgo de sufrir agotamiento físico y emocional.
- Tras el cambio al teletrabajo durante la pandemia, las modalidades de trabajo híbridas más habituales antes de la pandemia se convertirán de nuevo en la forma más frecuente de teletrabajo.
- Los interlocutores sociales y los responsables políticos deben procurar incluir disposiciones que aborden los retos relacionados con la jornada de trabajo, la salud y la seguridad, o el acceso a los equipos y el uso de estos en todos los marcos o acuerdos jurídicos.